Aunque existe relación directa entre el Krausismo español, fundador de la Institución Libre de Enseñanaza y lo que se ha entendido por laicidad en España, el artículo de G. Vidal, no entra a fondo en el Krausismo y se echa de menos.
El Krausismo es una concepción más amplia que la pura laicidad. Tal y como se desarrolló en España y Latinoamérica en el S. XIX y principios del XX, el Krausismo fué una respuesta global, desarrollada más allá de Krause, respuesta que diríamos más propia de nuestro entorno a los desafíos intelectuales, éticos y políticos del momento.
La escala de valores del Krausismo supone una opción personal, libre y soberana de relación tanto con la espiritualidad como con el entorno en que la persona desarrolla su vida,.
El Krausismo tal y como se desarrolló en nuestro entorno, no define verdades dogmáticas, sino que a partir con un contacto abierto con los valores espirituales de cada persona, junto con una observación abierta y crítica de la naturaleza y la sociedad, permite desarrollar los valores personales de forma objetiva y no sometida a dogmas.
Por ello, el concepto de laicidad cobra importancia en cuanto desarrolla la capacidad de la persona a definir cuales son sus ideas y criterios, al margen de las normativas religiosas imperantes, o de los intentos de fijar un pensamiento único en lo político y social.
El Krausismo, en la estela de Hegel y otros pensadores, obliga a un replanteamiento constante, no solo de lo que se entiende como verdad, sino del propio camino hacia el conocimiento. En lo personal, presupone implicación altruista hacia el entorno: no supone, pre-supone...
Y esto es una cosa que ni las religiones dogmáticas ni las ideologías totalitarias pueden aceptar o tan siquiera, permitir.
En este punto veo una clara coincidencia entre el pensamiento krausista y el republicanismo, tal y como Ph. Pettit lo entiende.
Por ello, veo necesario profundizar esta línea de análisis, en que lo que ellas pueden aportar al pensamiento en el S.XXI, en el que hemos visto caer las ideas de los totalitarismos de izquierdas (socialismo real) y de derechas (pensamiento neocon)
El Mundo precisa de un referente moral, en el que altruismo y mejora personal coexistan con un objetivo premeditado y colectivo de mejora social.
Y si esto no existe, debemos crearlo. Y si existe, pero no funciona, debemos cambiarlo,
Enric Molas
La escala de valores del Krausismo supone una opción personal, libre y soberana de relación tanto con la espiritualidad como con el entorno en que la persona desarrolla su vida,.
El Krausismo tal y como se desarrolló en nuestro entorno, no define verdades dogmáticas, sino que a partir con un contacto abierto con los valores espirituales de cada persona, junto con una observación abierta y crítica de la naturaleza y la sociedad, permite desarrollar los valores personales de forma objetiva y no sometida a dogmas.
Por ello, el concepto de laicidad cobra importancia en cuanto desarrolla la capacidad de la persona a definir cuales son sus ideas y criterios, al margen de las normativas religiosas imperantes, o de los intentos de fijar un pensamiento único en lo político y social.
El Krausismo, en la estela de Hegel y otros pensadores, obliga a un replanteamiento constante, no solo de lo que se entiende como verdad, sino del propio camino hacia el conocimiento. En lo personal, presupone implicación altruista hacia el entorno: no supone, pre-supone...
Y esto es una cosa que ni las religiones dogmáticas ni las ideologías totalitarias pueden aceptar o tan siquiera, permitir.
En este punto veo una clara coincidencia entre el pensamiento krausista y el republicanismo, tal y como Ph. Pettit lo entiende.
Por ello, veo necesario profundizar esta línea de análisis, en que lo que ellas pueden aportar al pensamiento en el S.XXI, en el que hemos visto caer las ideas de los totalitarismos de izquierdas (socialismo real) y de derechas (pensamiento neocon)
El Mundo precisa de un referente moral, en el que altruismo y mejora personal coexistan con un objetivo premeditado y colectivo de mejora social.
Y si esto no existe, debemos crearlo. Y si existe, pero no funciona, debemos cambiarlo,
Enric Molas